jueves, 3 de junio de 2010

Eduardo y las medusas

¡Que ilusión! por fin fuimos a bañarnos a la playa. Hacía un dia de verano estupendo, caluroso y no se veía ni una sola nube que avisase de tormenta. Me dirigí a la playa, junto a mis amigos, con el bañador puesto y la tabla de surf bajo el brazo, dispuestos a bañarnos y a surfear.
Cuando estuvimos cansados de sudar y jugar, nos propusimos surfear.
La verdad, no sabía mucho cómo se surfeaba, pero, sin pensármelo dos veces, me lancé a la aventura.
De pronto apareció un banco de medusas blancas que me picaron en todos y cada uno de los centímetros de mi cuerpo. Entonces apareció una ola enorme, grande como.... como... un elefante, que me arrastró hasta el fondo del mar.
Me desperté. Estaba en un hospital ¡Estaba vivo!

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