jueves, 26 de noviembre de 2009

Yo no me parezco nada a mamá: ella siempre decía que había salido a mi padre.

Aún me acuerdo de mi aniversario. Ella me preparaba un pastel de chocolate, mi favorito.Era tan dulce como su mirada. Tenía unos ojos azules, de un azul muy fuerte.
También recuerdo cuando yo tenía unos siete años, que estaba jugando con mis coches de jugete por el suelo de la cocina y yo le subía los coches por las piernas mientras hacía la comida.

Eduardo siempre decía que tenía la mejor madre del mundo: nunca perdía los nervios ni gritaba, cosa difícil de evitar, teniendo un hijo cómo él, la verdad.
Era una mujer que había pasado muchas penurias, eso la hacía fuerte.

La madre de Eduardo era fuerte y triste. Era amable y le gustaba ir a jugar al parchís o mirar la tele.
Tenía 42 años cuando murió.

1 comentario:

  1. Me parece muy buena la idea de crear un blog de creación literária.
    És una manera de aprender a escribir en castellano y mejorar la ortofrafía de manera divertida.
    Los dibujos són muy bonitos(:
    Un beso.
    Mar Sardà Soler.

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